Claves medibles y emocionales, KPIs para iniciar tu negocio.

Iniciar un negocio definitivamente no es para todos, se tiene la creencia popular de que tener o poner un negocio es sinónimo de libertad sin embargo esto no es necesariamente cierto ya que muchas veces o en muchos momentos requiere de más esfuerzo y sacrificio que tener un trabajo normal o de 9 a 5.

Un negocio propio al principio va a requerir toda tu atención y esfuerzo, dependiendo de cómo evolucione podremos saber si tu emprendimiento se está convirtiendo en una pequeña/mediana empresa o tendrá un margen limitado de crecimiento en el que probablemente te conviertas en un autoempleado lo que significa que tu negocio no puede avanzar si tú no estás ahí 24/7.

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Entendiendo KPIs Más Allá de Números para tu negocio

Para saber lo anterior hay algunos “KPIs” cuyas siglas en inglés significan Key Performance Indicator o traducido al español “Indicador clave de rendimiento”, estos nos ayudaran a saber si nuestro emprendimiento está siendo productivo o tal vez deberíamos intentar un enfoque diferente.

Antes de llegar al tema de los indicadores tenemos que platicar acerca de los sentimientos y las emociones que podemos sentir cuando estamos apunto de emprender un negocio y es que es algo de lo que no se habla mucho, muchos tienden a enfocar su atención solo en un producto o servicio ganador y no nos tomamos una pausa para evaluar cómo nos sentimos y es que hay una respuesta para eso “requiere introspección y madurez” para aceptar que nos podemos sentir confrontados al miedo y la ansiedad que provoca la incertidumbre o la presión de hacer que ese emprendimiento funcione ya que constantemente estamos expuesto al posteo y las falsas proyecciones de éxito en redes sociales.

Experimentamos diferentes sentimientos en distintas etapas, antes de lanzarnos al abismo de la incertidumbre (comenzar este emprendimiento), podemos sentir muchas cosas ¿Nuestra idea es la correcta?, ¿nuestro producto se va a vender?, ¿y si estoy cometiendo un error?, ¿debería mejor quedarme donde estoy? Son algunas de las cosas que pueden pasar por nuestra cabeza donde podemos empezar hasta autosabotear una idea que ni siquiera hemos probado.

Si te encuentras atorado en esta etapa quiero sugerirte que te hagas esta pregunta que mi socio me hizo en algún momento ¿Qué es lo peor que puede pasar? A menos que la respuesta a esa pregunta sea que alguien se va a morir ¡INTENTALO! Y ten presupuestado que va a fallar y probablemente tengamos que intentar iniciar ese negocio más de un par de veces antes de que sea la “buena”, pero hay algo peor que intentarlo y fallar, eso es nunca haberlo intentado, quedarnos pensando en el que hubiera pasado ya que pasaron los años.

Si ya te decidiste hacerlo ponte el cinturón y prepárate para enfrentarte a una montaña rusa de emociones que van desde el optimismo a pensar que todo avanza muy lento o la euforia a sufrir el famoso síndrome del impostor y si ese intento falla tranquilo que seguro si no te rindes lo vas a lograr en otro shot. Solo recuerda que demasiado análisis causa parálisis.

¿Qué debería vender? ¿Producto o Servicio?

Las grandes vertientes del emprendimiento las podemos resumir en dos: “¿vamos a vender productos o servicios?”.

Los productos creo que se entienden por sí solos y pueden ser miles de opciones pero podemos resumirlos en un par de opciones:

  1. Productos de conveniencia: Artículos de uso diario, como alimentos y artículos de aseo, que se adquieren con frecuencia y sin esfuerzo.
  2. Productos de comparación: Artículos más costosos, como electrodomésticos o ropa de marca, que los consumidores comparan en calidad y precio antes de comprar.
  3. Productos de convicción: Productos como seguros o artículos de lujo, que requieren esfuerzo de persuasión y se compran basándose en la confianza en la marca.
  4. Productos no buscados: Productos como seguros de vida o innovaciones tecnológicas, generalmente desconocidos hasta que surge una necesidad específica o se ven en publicidad.

La venta de servicios es una actividad fundamental en el mundo empresarial, que consiste en ofrecer y comercializar servicios en lugar de productos físicos. A diferencia de la venta de bienes tangibles, la venta de servicios implica proporcionar conocimientos, habilidades o experiencias a los clientes para satisfacer sus necesidades o resolver sus problemas.

  1. Intangibilidad: Los servicios no se pueden tocar ni poseer físicamente, ya que son intangibles. En lugar de eso, se basan en la experiencia y en la capacidad del proveedor para brindar un servicio de calidad.
  2. Inseparabilidad: A diferencia de los productos, los servicios se producen y se consumen al mismo tiempo. Esto significa que el cliente está presente durante la prestación del servicio y su satisfacción depende en gran medida de la interacción con el proveedor.
  3. Variabilidad: Los servicios pueden variar en calidad y resultados, ya que dependen de factores como la habilidad del proveedor, las condiciones del entorno y las expectativas del cliente. Por lo tanto, es importante mantener altos estándares de calidad y ofrecer un servicio consistente.

La opción que hayamos elegido ya sea un producto o un servicio lo mejor que podemos hacer es vender algo que resuelva un problema o facilite una tarea cotidiana, cumpliendo esas condiciones nuestras probabilidades de éxito se multiplican de manera exponencial.

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¿Cómo saber si está funcionando nuestra idea?

Para saber si nuestra idea está dando los resultados esperados lo mejor que podemos hacer para llevar un seguimiento acertado de los números y los datos de nuestro emprendimiento es apoyarnos en los conocidos KPIs que mencionamos al comienzo de este blog, igual te podría recomendar que conozcas el ABC para un negocio sano donde hablamos como Envíosperros comenzó como un sueño para 2 emprendedores.

Los KPIs son más que simples números; son el reflejo de cómo está funcionando tu negocio en áreas clave. Van más allá de lo financiero, abarcando desde la eficiencia operativa hasta la satisfacción del cliente, y son fundamentales para ajustar estrategias y asegurar el crecimiento sostenible de tu emprendimiento.

Estos KPIs o indicadores clave de rendimiento pueden clasificarse en decenas de clases y centenas de subclases de indicadores pero a mi criterio personal voy a compartirte los  5 más básicos para tu negocio:

  • Margen de utilidad bruta: el margen de utilidad bruta se puede obtener restando el coste de los bienes vendidos a las ventas netas de la empresa.
  • Retorno de la inversión (ROI): Es uno de los ejemplos de KPI de negocio más utilizados. Se trata de la relación entre los ingresos y la inversión. El ROI se usa comúnmente para decidir si vale la pena invertir tiempo o dinero en una iniciativa. En la mayoría de los casos en los que se usa como una métrica de negocios, es para dar seguimiento al desempeño de una inversión realizada. 
  • Valor de vida del cliente (CLV o LTV): mide la ganancia que una empresa espera obtener de un cliente específico a lo largo de su ciclo de vida.
  • Costo de adquisición de clientes (CAC): este KPI indica la inversión que realiza el equipo en estrategias de marketing y ventas para convertir un cliente potencial en un cliente. Lo ideal es que este valor sea lo más cercano a cero posible.
  • Tasa de conversión de clientes potenciales: este ejemplo de KPI puede ser muy útil, ya que brinda a los equipos de ventas y marketing información sobre su público objetivo. Si la tasa de conversión es alta, significa que el equipo se centra en las prioridades correctas y que se dirige a la audiencia adecuada. Las tasas de conversión bajas indican que los clientes potenciales se están perdiendo en alguna parte del proceso.

En conclusión, emprender es un viaje que va más allá de los números y los análisis. Los KPIs son herramientas cruciales, verdaderas brújulas en este viaje, que nos proporcionan claridad y dirección. Sin embargo, el corazón del emprendimiento reside en la pasión y la determinación. Mientras te apoyas en estos indicadores, no olvides que el verdadero éxito se mide en la capacidad de dar vida a tus sueños y hacer una diferencia significativa.

Recuerda, cada desafío, duda o triunfo es parte de tu historia única. No temas al fracaso, pues es un peldaño hacia el aprendizaje y la mejora. Atrévete a soñar y a actuar, sabiendo que tus esfuerzos, guiados por la sabiduría de los KPIs y alimentados por tu pasión inagotable, te conducirán hacia un futuro lleno de posibilidades y éxitos. Adelante, el mundo está listo para recibir la huella de tu emprendimiento.

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